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Good bye Lenin
Feliciano Robles Blanco
El título de este aporte corresponde al de una película que tuve ocasión de ver ayer y que quiero comentarla a todos ustedes con una clara recomendación para que la vean, ahora que con Internet es posible ver cualquier película en cualquier parte del mundo que estemos.
Yo veo pocas películas al año y siempre suelo recurrir al consejo de personas que me conocen y son muy cinéfilas y son las que me informan de aquellas películas que creen que me podrán gustar a mí. Esta película, que yo desconocía su trama, me la aconsejaron dos personas muy opuestas entre ellas, de un lado un abogado amigo de 68 años muy liberal de derechas y un joven ingeniero de 28 años muy radical de izquierdas. Pues yo ahora quiero que añadan al consejo de estas dos personas el de un utópico que vivió intensamente la época histórica donde se sitúa esa película y que ingenuamente creyó que la Humanidad entraría en un periodo de paz y prosperidad inigualable y que desgraciadamente contempla como las desgracias humanas y sociales perviven e incluso se agrandan en esta época de pensamiento único que vivimos.
Solamente les voy a decir que la película narra la supuesta historia de una familia residente en Alemania Oriental en el periodo histórico de la caída del muro de Berlín y las consecuencias que tuvieron para aquella familia la unificación alemana en el primer año de vigencia.
Curiosamente mi militancia en la izquierda se inició en 1967 al participar en Tarrasa en una manifestación duramente reprimida por la policía franquista para celebrar el 50º aniversario de la Revolución Soviética. Desde entonces empecé a indagar en qué espectro de la izquierda me situaba, ya que en parte me identificaba con posturas anarquistas, comunistas y socialistas.
La primera que deseché fue la del comunismo, principalmente porque no comulgaba con la idea de la Dictadura del Proletariado y con la persecución política y criminal de los disidentes. Yo vivía entonces en una Dictadura fascista y no me fascinaba la idea de pasar a otra Dictadura.
La ideología anarquista la abandoné porque consideraba que las sociedades modernas si deben tener una Administración pública y organizada de forma democrática.
Así que en 1973 a raíz del asesinato de Salvador Allende opté aquel día por abrazar la ideología socialista pero utópica y autogestionaria.
Por eso en esta película no me importa el trasfondo ideológico de la misma sino el trasfondo humano de la misma en el seno de una nación que fue pulverizada en pocos días.
Esta película me ha recordado mucho las de Arte y Ensayo que se proyectaban en los años 60 y 70 en algunos cines de Madrid y Barcelona o en las de Cine-fórum que también veía algunas veces.
Es una película adecuada para proyectarla a jóvenes estudiantes de Institutos y Universidades y comentarles como estaba el mundo enfrentado en dos bloques que pretendían la hegemonía mundial y donde sentíamos en nuestras cabezas la amenaza de un desastre nuclear cuando había misiles desplegados a ambos lados de las fronteras de los dos bloques apuntando a todas las ciudades europeas.
Esa amenaza felizmente ha concluido, pero hoy seguimos bajo otro tipo de amenazas más difusas igualmente destructivas.
Un cordial saludo
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