10 diciembre 2008

Caminando hacia la noche

Caminando hacia la noche:

Son poco antes de las ocho de la mañana, del día 10 de diciembre de 2008, y no obstante es casi noche cerrada y lluviosa. Ya llevamos muchos días consecutivos de lluvia y frío. Y esto, claro, influye en nuestro cuerpo y en nuestro espíritu. Delante de mi mucha gente, muchos jóvenes, caminan presurosos, bajo paraguas, hacia su trabajo. Posiblemente les espera una larga, ardua y fría y lluviosa jornada laboral. Por otra parte, muchos otros, invisibles, siguen en sus camas, en sus casas o en sus “rincones”, precisamente porque llueve y ellos no tienen trabajo. La crisis económica, consecuencia de un crecimiento insostenible, por una avaricia ilimitada, afecta a muchísimas personas.

Hace algunos años, no importa retroceder demasiados, el problema era inverso: pasamos años sin apenas lluvia, hasta tener que recurrir a traer agua potable en barcos y el crecimiento económico, desmesurado e insostenible obligó a también traer de fuera a muchísimos trabajadores. Muchos de los cuales ahora están aquí, pero ya sin su trabajo que les reclamó.


Y nosotros éramos unos pocos años más jóvenes, con más trabajo, sin haber pasado nuestra crisis particular, con menos lluvia, y más capacidad y voluntad de hacer.

Cada día es un poco más corto y la noche un poco más larga. Por ello nuestro título. Pero esto cambiará, invertirá la tendencia, a partir del próximo día 21 de diciembre, poco antes de Navidad. Cambio, inversión de tendencia, que estaría bien que se produjera tanto en nuestro ánimo como en nuestra economía. Aunque me temo que, en estos dos campos, por ahora, no sea así.

Antoni Ramis Caldentey