25 septiembre 2012

El sucio negocio de la basura del PP balear


Recibido, por correo electrónico, de Toña Serra

El PP balear acaba de aprobar convertir Mallorca en el receptor de basura de media Europa para asegurar el negocio de la incineradora que tiene la isla. Si se intenta entender la razón, todo parece absurdo... Especialmente si se piensa en el desgaste de imagen que para Baleares, que vive del turismo, puede tener la noticia. Sin embargo, todo el galimatías se comprende mejor si se sigue el rastro del dinero.

La historia se remonta a los tiempos en los que Maria Antonia Munar, la líder de Unió Mallorquina condenada por corruptelas, era la ‘gobernanta’ de las islas. Entonces firmó, por razones no aclaradas, un contrato con una empresa, TIRME, para que se hiciera cargo de la recogida y tratamiento de los residuos de Mallorca. Básicamente su quema a través de una incineradora construida en la localidad de Son Reus.

Un contrato ‘atado y bien atado’


El contrato, de 40 años de duración, está tan ‘atado y bien atado’ que resulta imposible de romperse, y tiene ‘el detalle’ de ser leonino para la administración, y superventajoso para la empresa. Dicho de otra manera, asegura unos ingresos a TIRME, beneficios incluidos. Que no se recauda suficiente, se suben las tasas a los vecinos.
“Una situación tan perversa -dice a ELPLURAL.COM Margarida Ramis, portavoz del grupo ecologista balear GOB- que lleva a que cuanto más se recicle, y por tanto menos se incinere, menos dinero recibe TIRME y más se tienen que subir las tasas a los mallorquines… Es decir, en Mallorca, vivimos en el absurdo de que reciclar está penalizado”. O lo que es lo mismo, en Mallorca se privatizó la gestión de un servicio público de tal forma que se asegura el beneficio para la empresa privada que lo realiza, sin riesgo alguno para ella. Negocio redondo.

Decreto-ley, trileo incluido, para poder importar basura


A pesar de todo, se consintió, “mediante un estudio sin pies ni cabeza – nos dice Ramis- que TIRME construyera en Son Reus una segunda línea de incineración, con el costo que eso supone, y que ahora se ha demostrado que no resulta rentable porque no se produce en Mallorca basura suficiente”. Y aquí vine el juego de trilero del Govern del PP.

Como en las elecciones los ‘populares’ prometieron congelar las tasas, tienen que buscar dinero para asegurar los beneficios de TIRME sin subir el impuesto a los baleares ¿Cómo? Importando basura. Esto estaba prohibido conforme a un reglamento aprobado en 2001. José Ramón Bauzá y sus consejeros decidieron entonces un plan trampa. Aprobaron un decreto ley (esa excepción que los gobiernos del PP, tanto central como autonómicos, están convirtiendo en la norma) para promover “la economía en materia de industria y energía”. En este decreto ley no se hablaba para nada de residuos ni su tratamiento, pero una vez aprobado y en vigor, ‘hábilmente’, el mismo PP en la tramitación parlamentaria posterior presentó una enmienda en la que ya se modifica el texto del decreto y, aquí sí, se incluye la ‘legalización’ de la importación de basura europea para ser quemada en la incineradora de Son Reus. Los vasos se habían movido y la bolita aparecía allá donde se pretendía sin que los ciudadanos hubieran sabido cómo. El juego del trileo estaba completo.

Basura italiana para Mallorca


Pero hay más. Detrás de TIRME hay grandes empresas constructoras y eléctricas, entre ellas, ENEL, la empresa energética italiana ¿Saben de dónde está previsto que llegue buena parte de esa basura europea a Mallorca? Exacto, de Italia.

Paradójicamente, el Govern de Bauzá justificó el impulso al decreto ley de activación económica como una manera de promover la creación de empleo. La imagen de Mallorca convertida en estercolero donde se quema la basura de Europa no parece, sin embargo, que se convierta en un gran reclamo para el turismo, la principal industria de las Baleares.

El negocio de la incineración


¿Qué hay detrás de toda esta historia?
“Está claro -concluye Margarida Ramis- que aquí lo que se asegura es el negocio alrededor de la incineración, aunque se perjudique el reciclado de los deshechos: se venderá más energía a las eléctricas que forman parte de TIMER, con las cenizas y las escorias se dará material para hacer cemento a las constructoras que también están metidas en TIMER… Y así, Baleares, a pesar de su tamaño y su población, se convertirá en la segunda Autonomía que más incinerará, sólo por detrás de Cataluña”.

Nuestro añadido:

Y lo más paradójico del caso: Quien dirige todo este inmenso basurero en que el Govern del PP quiere convertir Mallorca es su Consellera de Medio Ambiente, la ínclita exalcaldesa de Felanitx (si hubiese autopista entre ambos puntos seguro que la inmensa cantidad de porquería se desembarcaría en Portocolom), en teoría quien más debiera trabajar por la limpieza y salubridad ambiental de les Illes.