Cultura, historia y naturaleza se trenzan en el parque natural de sa Dragonera (Andratx). En los casi 4 km de largo, entre el cabo de Tramuntana y el de Llebeig, se ha producido a lo largo de los siglos un pequeño hervor de actividad humana. En la edad media se recogían halcones y orchella, usada para el tinte de tejidos. Se han resguardado piratas y contrabandistas. En 1977, fue invadida por un grupo de ecologistas que exigían que se protegiera. En 1987, el Consell de Mallorca adquirió la isla. Se declaró parque natural en 1995. En la cima de na Pòpia, quedan los escombros de un viejo faro. El acantilado, cortado sobre el mar azul intenso, casi negro, estremece. En cala Lladó se encuentra el centro de interpretación
Las lagartijas de sa Dragonera son movedizas e impertinentes. Los halcones marinos que anidan en los acantilados de tramontana y poniente son ágiles voladores y llamativos. Flotan tarde los piojos para aprovechar la llegada de los primeros ocelos Ions migrants desde el norte, a finales de verano y principios de otoño. Oronellas, ojitos de buey, ropitos, co-rojas, estorninos, zorzales y otros son sus presas. En las almadrabas y redes que todavía se necesitan en la costa de sa Dragonera, se pueden ver delfines. Cerca de cala Lladó hay una cueva a nivel del agua. Gotea adesiara un rollo de agua dulce. Aquí habitaban viejos marinos en el siglo pasado.
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