Mondragó (Santanyí, 786 ha) es parque natural desde 1992. Contiene pinares, matorrales y sabinares, manchas de vegetación costera en las rocas junto al mar, y cañaverales y pequeñas lagunas rodeadas de prado y dunas en la playa. S'Amarador (donde hace siglos se empapaban el lino y el cáñamo: una industria tradicional desaparecida) y la fuente de Alís son puntos de atractivo turístico indiscutible. El parque presenta también numerosas muestras de arquitectura popular: varaderos para guardar embarcaciones, barracas de rotero, márgenes y paredes secas que marcan la geometría agrícola del lugar y las singulares barracas de coliflor donde se cobija ganado ovino. Habitan estos campos, pacíficas y longevas, las tortugas de tierra.
En Mondragó dominan los matorrales de acebuche, pino y sabina, con un sotobosque de romero, ciprés, mata, lecheras y jaras. El puput canta durante el verano, y en invierno los zorzales picotean las bayas de lentisco. El hinojo marino, los cuchillos erizados de púas y las saladinas sobreviven en las rocas costeras, aspergadas de sal transportada por los vientos marinos. En recogidas zonas inundadas de s'Amarador y de la fuente de n'Alís, hay juncares, carrizales y bova. Se observan limícolas como los senderos o los culitos blancos, algún avisador, gallinetas de agua y fochas. En las playas, quizás demasiado castigadas por los bañistas, todavía permanecen lirios de mar, cardos marinos y cabelleras de yema
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