06 septiembre 2009

Crisis financiera global – Camino a la Cumbre de Pittsburg

Crisis financiera global – Camino a la Cumbre de Pittsburg

Quizá sorprenda al lector comprobar en estas páginas que los riesgos para la economía mundial disminuyeron desde la edición de septiembre de 2006. Indudablemente, esta conclusión contradice muchos titulares y comentarios recientes que giran en torno a los problemas hipotecarios en Estados Unidos.
Perspectivas de la economía mundial, FMI, abril de 2007

Para la Cumbre del G-20 en Londres, en abril pasado, el mundo se encontraba al borde del abismo y, en consecuencia, en esa cumbre se adoptaron a prisa algunos compromisos para la coyuntura.

Desde entonces la crisis ha evolucionado y es de esperar que en Pittsburg se acuerden medidas concertadas de más largo plazo, y que se debata la reforma de las políticas y organismos de cooperación globales.

La evolución de la crisis se lee por estos días conforme a las cotizaciones de la bolsa, o a balances y resultados “no tan malos como los esperados”; un pequeño repunte en alguna bolsa alienta la esperanza de que lo peor ya ha pasado. Sin embargo, si se observan los datos de producción, comercio, crédito, flujo de inversiones, demanda y consumo, la situación no ha mejorado.

En términos de la economía real la situación ha empeorado y parece que todavía no ha tocado fondo: aumenta el desempleo, se recortan salarios, y se endeudan las familias y los pequeños países en desarrollo.

En términos políticos, la situación también ha evolucionando, aunque todavía con final incierto.

En estos pocos meses se han reunido, entre otros, el G-5, el BRIC, la ASEAN + 3, la Organización de Cooperación de Shangai, el G-192 en el seno de Naciones Unidas, y el G-8 + G-5 + Egipto.

En esta última cumbre el Primer Ministro italiano, Silvio Berlusconi, sostuvo que el G-8 ya no es un formato idóneo para establecer directivas, que la gobernabilidad mundial debe evolucionar y que para enfrentar los problemas del mundo es preciso tener en la mesa a China, México, India o Brasil. El Presidente Sarkozy adelantó por su parte que para 2011 esperaba que se convocara a una cumbre del G-14.

Algunos analistas sostienen que el mundo en desarrollo, que carga con consecuencias devastadoras de una crisis ajena, se conforma con poco al pedir simplemente una mayor participación en los organismos multilaterales; sin embargo, no hay otros foros ni otros medios, por ahora, desde donde impulsar políticas y medidas que beneficien al conjunto de los países, o evitar otras que los perjudiquen.

En el seno de acuerdos de cooperación regionales, o de los distintos “G”, los miembros acuerdan mutuamente sus políticas económicas y financieras, sus marcos de regulación y control, en qué sectores invertir, qué inversiones procuran atraer, qué instrumentos financieros adoptar, las reglas del comercio de bienes y servicios, los sistemas de supervisión internacional, etc., pero es a través de los organismos multilaterales que esas políticas se impulsan hacia afuera, hacia el resto del mundo, y en el seno de esos organismos las políticas se imponen conforme al poder de voto.

Por este mecanismo se impulsaron todas las políticas que han regido hasta ahora la globalización, entre otras, la liberalización de los mercados de capital, la libre circulación de bienes y servicios, la apertura de los mercados de capital a bancos extranjeros y la innovación financiera, que terminó en activos tóxicos.

Ese sistema sigue vigente y, pese a que en las cumbres del G-20 se acordó recapitalizar y reformar el FMI, el Banco Mundial y los bancos multilaterales de desarrollo, no asoman todavía cambios de peso.

Hasta ahora los únicos países que han aportado recursos al Fondo son Japón (US$100.000 millones), Canadá (US$10.000 millones) y Noruega (US$4.500 millones), y en Estados Unidos el Congreso ya ha aprobado el acuerdo para aportar US$100.000 millones, con lo que Estados Unidos conserva en el Fondo su poder de voto –y de veto– y se espera que los países europeos hagan efectivos sus compromisos y conserven también sus respectivos poderes de voto.

Los colosos del mundo emergente, Brasil, Rusia, India y China, en cambio, se han comprometido por ahora a comprar bonos del Fondo –no a aportar recursos–, pero no antes de que se reforme el poder de voto de las economías emergentes y de los países de mediano y bajo ingreso, de modo que refleje la cambiante economía global.

Los países industrializados, por su parte, se resisten, todavía, a aceptar cambios en los mecanismos de adopción de decisiones.

Estos asuntos se debatirán en breve en la cumbre de Pittsburg, y posteriormente en las reuniones anuales del Fondo Monetario y del Banco Mundial.

Vale la pena recordar que tras la crisis asiática se debatieron los mismos asuntos que hoy se debaten: la reforma de la arquitectura financiera internacional, el papel del FMI en cuanto a la estabilidad financiera internacional y la prevención y resolución de crisis, y el papel de los bancos multilaterales de desarrollo en la promoción del desarrollo sustentable y sostenible de personas y países, en lugar de los mercados y las finanzas.

Vale la pena tener presente también que luego de la crisis asiática, durante el siguiente ciclo de auge económico, se produjo una etapa de “tolerancia” y los cambios quedaron en el olvido.

La principal lección de la crisis asiática es que lo peor que puede pasar es que no se haga nada para poner freno a los desbordes del sistema global.

Si los Jefes de Estado –de los grandes países emergentes y de las naciones desarrolladas– no logran acordar una reforma sustantiva que modifique las políticas que rigen el mundo global y las instituciones que lo gestionan, el mundo tendrá que acostumbrarse a un ciclo vicioso de crisis recurrentes, que tarde o temprano terminará mal.

En camino a la Cumbre de Pittsburg parece conveniente tener presente algunos principios de esas políticas –que justifican por sí solos el reclamo de cambios– y el papel del FMI en los meses pasados, que impone reformas radicales, si es que el organismo será parte del multilateralismo del futuro.


Funciones del FMI:

Si uno se guía por algunas noticias actuales, parecería que el FMI va a ocuparse ahora de vigilar la estabilidad financiera, alertar sobre vulnerabilidades, ejercer la supervisión del sistema financiero y monetario internacional, prevenir crisis y ayudar a resolverlas.

Sin embargo –fuera de sus funciones de prestamista de último recurso– esas son, desde antaño, las funciones propias del FMI, casi la razón de ser de su existencia.

Según su propio sitio web:

“En general, el FMI se encarga de velar por la estabilidad del sistema monetario y financiero internacional. Las actividades del FMI buscan fomentar la estabilidad económica y prevenir las crisis, ayudar a resolver las crisis cuando éstas se producen, y fomentar el crecimiento y aliviar la pobreza”.



Algunos conceptos del FMI sobre la globalización y las crisis recurrentes

“Debemos reconocer que los beneficios de la mundialización no se distribuyen equitativamente: unos ganan y otros pierden.

No es nada nuevo. La historia está llena de ejemplos de avances tecnológicos y rápidos cambios económicos que benefician al conjunto de la sociedad pero perjudican a ciertos individuos o grupos”.

Flemming Larsen, Director de la Oficina del FMI en Europa
Finanzas & Desarrollo / Marzo de 2001

“Unos ganan y otros pierden”, el concepto es sencillamente cruel. Las personas que han perdido sus empleos y las que sufren hambre extrema agradecerían que el mundo avanzara menos de prisa y que, aunque no los beneficiara, al menos no los perjudicara.

“Las crisis son inevitables. Mientras existan mercados financieros, habrá ciclos de auge y caída”.

Bijan B. Aghevli, ex Subdirector del Departamento de Asia y el Pacífico del FMI
Finanzas & Desarrollo / Junio de 1999

Algunos documentos del FMI sobre titulización (documentos financieros estructurados):

Vale la pena reparar en la opinión del FMI y el Banco Mundial sobre estos instrumentos; en particular, sobre los criterios utilizados por las calificadoras de riesgo, de que una empresa puede generar créditos futuros, aun si se encuentra en situación de incumpliendo, conforme al criterio de “empresa en marcha”, de Fitch IBCA, o la evaluación de “supervivencia”, de Standard and Poor’s, y la recomendación final de los autores, de instruir a las autoridades y a los posibles emisores para promover esta clase de activos

“Titulización de derechos de crédito futuros: Una herramienta útil para los países en desarrollo

Durante períodos de crisis financiera, los países en desarrollo no pueden acceder a préstamos a largo plazo de bajo costo. La titulización o bursatilización (conversión en títulos negociables) de derechos de crédito futuros puede ayudar a entidades públicas y privadas de estos países a obtener fondos en los mercados internacionales de capital.

Mitigación del riesgo: La titulización es una innovación financiera bastante reciente. Las primeras transacciones se realizaron en Estados Unidos en la década de los setenta y consistieron en la agrupación y reventa de hipotecas por los prestamistas bajo la forma de títulos negociables. Desde entonces, los mercados titulizados se han vuelto más complejos y variados. ...

Las entidades calificadoras han aceptado la noción de que una entidad puede continuar generando créditos futuros aun si se encuentra en situación de incumplimiento financiero. De este modo, basándose en criterios desarrollados recientemente, como el de “empresa en marcha”, de Fitch IBCA, o la evaluación de “supervivencia”, de Standard and Poor’s, ciertas entidades, por ejemplo bancos, pueden recibir mejores calificaciones con respecto a las operaciones respaldadas por activos que con respecto a la deuda en moneda local. ...

También sería conveniente instruir a las autoridades y a los posibles emisores para promover esta clase de activos”.

Dilip Ratha, Economista Superior, Banco Mundial, y Suhas Ketkar, ejecutivo de International Research and Strategy Associates LLC y consultor de The Royal Bank of Scotland – Finanzas & Desarrollo / Marzo de 2001

El FMI y la crisis actual

Abril de 2007 – Téngase presente que las primeras señales de la crisis datan de mediados de 2006, que para comienzos de 2007 la situación se deterioraba semana a semana, y que se supone que el FMI y sus cientos de técnicos especializados son expertos en estos asuntos. Es más, si no se reforma el sistema multilateral, son los mismos que seguirán “vigilando” los riesgos y vulnerabilidades en el futuro y aconsejando al mundo al respecto.

Publicación del FMI: Perspectivas de la economía mundial / Abril de 2007
Desbordamientos y ciclos de la economía mundial

“Quizá sorprenda al lector comprobar en estas páginas que los riesgos para la economía mundial disminuyeron desde la edición de septiembre de 2006. Indudablemente, esta conclusión contradice muchos titulares y comentarios recientes que giran en torno a los problemas hipotecarios en Estados Unidos, la posibilidad de una corrección “desordenada” de los desequilibrios mundiales y la preocupación por el recrudecimiento de las presiones proteccionistas.

A pesar de todo esto, ...al mirar con una visión de conjunto lo que nos parece más probable es que el vigoroso crecimiento mundial perdure. La inquietud más apremiante son los problemas que atraviesa el mercado de la vivienda de Estados Unidos y la consecuente desaceleración de la economía nacional. Pero estos factores son obvios desde hace meses y el mercado ya los tiene incorporados en gran medida a las evaluaciones de la calidad del crédito, que mayormente siguen siendo positivas. ...

No podemos subestimar la magnitud de los desbordamientos que podrían provocar las hipotecas estadounidenses de alto riesgo pero, comparando los datos actuales con los de septiembre, no hay tantas razones para preocuparse por la economía mundial. ...

Una de las conclusiones del capítulo es que la creciente integración comercial y financiera de la economía mundial potencia el impacto de los desbordamientos transfronterizos, pero incluso si la economía estadounidense se debilitara más los desbordamientos no serían abrumadores, sobre todo gracias al avance de la gestión macroeconómica a escala mundial durante los 20 últimos años”.

Julio de 2007 – Téngase en cuenta que para julio de 2007 varias instituciones financieras estadounidenses se acogían al sistema de bancarrota del Capítulo 11, y que en agosto se produjo el colapso y los bancos centrales comenzaron a rescatar entidades financieras a ambos lados del Atlántico.

Publicación del FMI: Perspectivas de la economía mundial AL DÍA / Julio de 2007, actualización de las proyecciones centrales – La economía mundial mantiene un crecimiento pujante

“La fuerte expansión mundial continúa y las proyecciones del crecimiento para 2007 y 2008 se han corregido al alza, del 4,9% anunciado en la edición de abril último de Perspectivas de la economía mundial a 5,2%. Sobre este panorama favorable aún pesan riesgos ligeramente negativos.

Otros riesgos parecen estar más equilibrados. Concretamente, aunque el mercado de la vivienda sigue atravesando una etapa de corrección en Estados Unidos, se han aligerado un poco los riesgos en torno a la demanda interna”.

Septiembre de 2007 – A esta altura nadie ponía en duda que la innovación financiera era el punto de partida de la crisis.

El sistema financiero a prueba, Por Rodrigo de Rato, Director Gerente, FMIPublicado en ABC / 3 de septiembre de 2007

“Aunque los hechos recientes pusieron de relieve algunos de los riesgos que entraña la innovación financiera, no debemos perder de vista los aspectos positivos. Los mercados desempeñan una función crítica en la movilización del ahorro y su asignación a la inversión productiva, y las innovaciones a menudo contribuyen a su crecimiento rápido y sostenido y al bienestar tanto en las economías avanzadas como en los mercados emergentes. Gracias a la innovación en el sector de los productos de crédito estructurados, los operadores han podido diversificar mejor el riesgo y abaratar el crédito internacional, proporcionando un poderoso estímulo al crecimiento mundial”.

Enero de 2008 – Para enero, las transacciones con instrumentos financieros estructurados se evaluaban complejas, opacas, difíciles de valorar y más aún de controlar, sin embargo, en medio de la crisis, el FMI publicaba que el propio organismo y el Banco Mundial estaban intensificando su labor para que los países con mercados emergentes utilizaran esos instrumentos.

Revista del Boletín del FMI / Enero de 2008 – La formación de mercados locales de bonos

“En un mundo donde los capitales circulan a gran escala, la formación de un mercado local de bonos es una prioridad para muchos países de mercados emergentes. Un mercado en buen funcionamiento resulta vital para la eficiencia y la estabilidad de la intermediación financiera y para el crecimiento económico.

Muchos países de mercados emergentes han liberalizado sus cuentas de capital, mejorado el ambiente macroeconómico y avanzado en el campo de la innovación financiera, y todo eso atrae más capitales. El FMI y el Banco Mundial están intensificando su actividad en esos países para ayudarlos a crear mercados locales de bonos. ...

Titulización. Los mercados de valores respaldados por activos pueden facilitar el financiamiento a largo plazo para la inversión en vivienda e infraestructura y, al mismo tiempo, proporcionar a los fondos de jubilación y las compañías de seguros los instrumentos a largo plazo que necesitan como contraparte de sus obligaciones. Aunque la crisis de las hipotecas de alto riesgo demuestran que el potencial de la dispersión del riesgo puede amplificar la volatilidad, la titulización ha estimulado la formación de mercados financieros y sus bondades son innegables”.

Enero de 2008 – Para entonces la crisis ya era considerada como la peor del mundo global. No obstante, el Primer Subdirector Gerente del FMI, pronosticaba que no habría recesión, aumentaría el empleo y la economía prosperaría.

Boletín del FMI / Enero de 2008 – Entrevista con John Lipsky, Primer Subdirector Gerente del FMI – Es probable que la economía mundial se desacelere más

“Boletín del FMI: Según las encuestas, cada vez más gente piensa que la recesión es inminente. ¿Qué opina usted?

Lipsky: Uno siempre se puede equivocar, pero los últimos indicadores no apuntan a una recesión. No olvidemos que el gasto de los consumidores es el componente más grande de todas las economías y que su principal determinante es el ingreso de los hogares. Durante este último año más o menos, el crecimiento del empleo y el alza de los salarios se desaceleraron, pero no se detuvieron. Mientras el ingreso de los hogares estadounidenses siga aumentando es razonable pensar que los consumidores seguirán gastando.

Boletín del FMI: ¿En otras palabras?

Lipsky: Dentro de todo, soy optimista. Mientras las empresas cosechen buenas utilidades, seguirán creciendo, habrá más empleos, subirán los ingresos y la economía prosperará. Pero no hay garantías, y es necesario mantener una política monetaria flexible”.

Abril de 2008 – A esta altura el Fondo se daba cuenta, finalmente, que el uso de estos instrumentos también tenía sus costos.

Publicación del FMI: Informe sobre la estabilidad financiera mundial / Abril de 2008

“Conclusiones e iniciativas de política económica
Aunque el crecimiento y la prosperidad de los años recientes brindaron una cabal ilustración de los beneficios de la innovación financiera, los acontecimientos de los últimos ocho meses pusieron de manifiesto que también existen costos. Los productos de transferencia del riesgo crediticio —innovaciones cuyo objetivo era lograr una amplia dispersión del riesgo— no siempre fueron utilizados para trasladar el riesgo hacia aquellos más capaces de soportarlo“.

Diciembre de 2008 ­– Publicación del FMI, Finanzas & Desarrollo / Diciembre de 2008

La dimensión internacional y el posible papel del FMI
Olivier Blanchard, Consejero Económico y Director del Departamento de Estudios del FMI.

“La crisis ha puesto en evidencia que el sistema financiero es un sistema mundial, con fuertes interconexiones entre los países. Lo que comenzó como una crisis de Estados Unidos afecta ahora al mundo entero. Las autoridades nacionales no pueden acometer la tarea por sí solas: lo que les sucede depende no solo de su propia estructura regulatoria, sino también de la estructura regulatoria de otros países; y no solo del riesgo sistémico nacional, sino también de la acumulación de dicho riesgo en otros sitios. Es esencial hacer un seguimiento del riesgo sistémico a nivel mundial. El FMI parece ser el mejor preparado para cumplir esa tarea, en colaboración con los bancos centrales y otros organismos internacionales”.

Como puede apreciarse, en diciembre de 2008, cuando ya nadie ignoraba que el Fondo Monetario había sido sorprendido por la crisis como el más desprevenido de los mortales y que había fracasado como supervisor del sistema financiero y errado estrepitosamente en todas sus evaluaciones de riesgos, el Consejero Económico del organismo sostiene que el “FMI parece ser el mejor preparado” para evaluar los riesgos en adelante.

Raúl de Sagastizabal
Consultor internacional
Montevideo, septiembre de 2009

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