29 septiembre 2025

España, una oportunidad perdida

Diálogo entre dos ciudadanos de Palma (Mallorca), hombre y mujer, leído en Facebook:

- La demolición del edificio esquina 31 de Diciembre y Antoni Marquès está a punto de empezar. Aparte de la grave pérdida patrimonial y de autenticidad que esto representa para el barrio y para la ciudad, me pregunto: ¿Qué costarán los nuevos pisos? ¿Quién podrá comprarlos? ¿Cuántos se destinarán a segundas residencias o a alquiler turístico encubierto y estarán vacíos buena parte del año? Es evidente que la vivienda no puede seguir en manos de "las leyes del mercado libre". Es un bien social, un derecho de la ciudadanía protegido constitucionalmente, y la Administración debe intervenir para garantizar que sea accesible por jóvenes, trabajadores y familias residentes. Para empezar, un piso de cualquier nueva promoción como ésta debería venderse obligatoriamente a alguien con al menos 5 años de residencia en Mallorca, que no fuera titular de ninguna otra vivienda, y que la destinara a primera residencia. No somos ningún experto en el tema, pero tengo claro que en la situación de EMERGENCIA HABITACIONAL que vivimos actualmente las viviendas no pueden seguir terminando en manos de extranjeros ricos y especuladores. ¡BASTA!

- Toni siento decirlo, pero somos nosotros quienes hemos vendido y seguimos vendiendo a los extranjeros y después nos quejamos.

Ambos tienen razón. El hecho del crecimiento descontrolado del turismo por un lado (con gestores capitalistas que no se preocupan más que para conseguir el mejor rédito posible del turismo, sin preocuparse por gestionar racionalmente todo lo público, cuando, precisamente, ellos son los encargados, por resultados electorales, de gestionar los recursos económicos y de servicios, públicos) y el hecho de haber entrado en la Unión Europea y que los pretendientes compradores también pertenezcan a Europa (esto hace que no se puedan poner condiciones preferentes a los ciudadanos del propio país respecto a otros ciudadanos de otros países europeos, con lo que los ciudadanos europeos de países que tienen un mayor PIB per cápita tienen un poder adquisitivo superior que aquellos que en su país tengan el PIB per cápita inferior. Y este es el caso de España (país vendedor) que la mayoría de otros (países también compradores) El vendedor, por ejemplo mallorquín, no prefiere vender a otro mallorquín por el hecho de serlo más que a cualquier otro europeo no mallorquín. Él lo que mirará y valorará es quien le puede pagar más por el mismo bien, casa, finca o terreno.

Si miramos la siguiente tabla vemos que el PIB per cápita de los alemanes es 50.830 € anuales, mientras que el PIB per cápita de los españoles es 32.590 € anuales. Es decir, el alemán tiene 20.000€ más de PIB per cápita anual más que los españoles. Tiene una mayor capacidad de compra, un mayor poder adquisitivo; podrá pagar más por la compra que el otro mallorquín, al que quiere vender y, lógicamente, el vendedor venderá a quien le pague más, prescindiendo de la nacionalidad del comprador. Y esto ocurre con los alemanes y con casi la totalidad de personas oriundas de cualquiera de los países de la Europa occidental tradicional (sin contar los países europeos procedentes de la Europa del Este) ya que España se ve superada en el PIB per cápita por todos excepto Portugal y Grecia.

Y esto que, después de un tiempo en que España iba decreciendo y se iba empobreciendo constantemente, tuvo un tiempo en que se invirtió la tendencia y la economía se iba recuperando y creciendo: El tiempo de la II República española (14-04-1931 a 18-07-1936). La República tenía claro que el crecimiento cultural, social y económico vendería de la mano de la educación y, por eso, construyó miles de escuelas, procuró la escolarización (y disminución del analfabetismo endémico) de toda la población en edad escolar, importó métodos de educación para la formación del profesorado y para la enseñanza en todos sus niveles, promulgó leyes de respeto y derechos de las mujeres,...
La Segunda República Española fue un gobierno democrático afincado en España entre 1931 y 1939, tras la abdicación del rey Alfonso XIII. Este período marcó un cambio significativo hacia la modernización y las reformas sociales en España, que incluyeron avances significativos en educación, sanidad, derechos de la mujer y legislación laboral, todo lo que repercutía en un crecimiento económico significativo, constante y permanente.
Si esta progresión escolar, intelectual, cultural, social y económica hubiera seguido el mismo ritmo hasta la actualidad, España hace rato (muchos años) que, en la relación de países europeos ordenados de más a menos, según el PIB per cápita, estaría entre los 7 primeros y los españoles no se verían superados por suecos, alemanes, belgas, holandeses, franceses e italianos a la hora de poder adquirir una vivienda, una finca, un terreno, un amarre,... en cualquier parte de España. Pero el hecho de que España ocupe el ante penultimo lugar de la relación, sólo superando a Portugal y Grecia, indica claramente que no se mantuvo el ritmo de crecimiento. Efectivamente, el 18 de julio de 1936, un grupo de militares golpistas, junto con el recién creado agrupamiento fascista español, la falange, y la derecha más caciquil y la más reaccionaria dieron un golpe de estado, seguido de una guerra fratricida y una represión brutal infrahumana que supuso una frenada en seco al proceso que progresaba (escuelas, inteligencia, desarrollo científico, cultura, derechos sociales, respeto y derechos para la mujer, y economía) en tiempos de la República. Sólo tuvo cinco años de vida (de abril de 1931 a julio de 1936), de posibilidad política, social y cultural. El golpe de estado, guerra y represión fue el mayor daño que ha recibido España y los españoles (excepto la minoría con privilegios) en todos los siglos XX y XXI, además de hundir a todo el país en la miseria y el hambre ("los años del hambre"), así como en el universo del principio del 'todo aquel que no comulgue totalmente con los principios del "Movimiento salvador de España" -Cuando, en realidad lo que hizo fue todo lo contrario: condenar a España y a los españoles a la miseria, hambre, vergüenza, ignominia, muerte -más de 600.000 muertos- y miedo- lo que debe hacer es desaparecer'. Fue una oportunidad perdida, que se perdió en 1936 y que hoy, aquí y ahora, 89 años después, seguimos sin recuperar. Yo nací después del golpe de estado y guerra de traición española, cuando España ya era un estado fascista y ahora, cerca de visitar a San Pedro estoy convencido de que no veré restiuida la República violentamente usurpada. Toda una vida con la vergüenza. Me hacen gracia los patrioteros que dicen estar orgullosos de ser españoles. Si miran la tabla siguiente pueden estar avergonzados de serlo. Podrían estar orgullosos si fueran monegascos, irlandeses, suizos, daneses, belgas, holandeses... ¿pero de ser españoles? Me dan vergüenza estos que hablan de "amigos de repúblicas bananeras". Y nosotros, ¿qué somos "monarquía favera"? ¿Aquella en la que había un rey que pelaba habas y las babas le caían dentro del barreño?. En una palabra, una oportunidad perdida. Y en esto somos especialistas.



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