Nos encontramos en un momento histórico de principios de un nuevo milenio en el que se han alcanzado unos niveles de desarrollo social, tecnológico y científico que coinciden con un deterioro del medio sin precedentes.
La Ley estatal 4/89, de conservación de los espacios naturales y de la flora y fauna silvestres, establece los siguientes objetivos en cuanto a la protección de espacios naturales:
1. Constituir una red representativa de los principales ecosistemas y regiones naturales del territorio nacional.
2. Proteger aquellas áreas y elementos naturales que ofrecen un interés científico, cultural, educativo, estético, paisajístico y recreativo.
3. Contribuir a la supervivencia de comunidades y especies que necesitan protección mediante la conservación de sus hábitats.
4. Colaborar en programas internacionales de conservación de espacios naturales y vida silvestre.
La Ley 4/89 contempla cuatro figuras de protección de espacios naturales: parque, reserva, monumento natural y paisaje protegido. En Baleares se han declarado 5 parques desde el año 1988, el Parque Nacional del Archipiélago de Cabrera y los parques naturales de la Albufera de Mallorca, sa Dragonera,s'Albufera des Grau y Mondragó, y una reserva natural, la de ses Salines de Ibiza y Formentera.
Las normativas autonómicas de conservación de espacios naturales eleva a más de 20 el número de figuras distintas de protección. Sin embargo, la UICN reconoce sólo 6 figuras de protección en todo el mundo.
La protección de los espacios naturales también se ha ejercido desde otras normativas, entre ellas la normativa urbanística.
Un ejemplo es la Ley 1/91, de 31 de enero, de espacios naturales y de régimen urbanístico de las áreas de especial protección de las liles Balears, que prevé dos nuevas figuras de protección: las áreas naturales de especial interés ( ANEI) y las áreas rurales de interés paisajístico (ARIP). Mediante esta ley se han protegido 47 espacios naturales en Mallorca, 19 en Menorca, 9 en Eivissa y 8 en Formentera.
Existen también normas europeas como las Directivas de Aves y de Hábitats por medio de las cuales se crea la red europea de espacios naturales llamada NATURA 2000. Existen otras normativas como las leyes de aguas, de costas, los acuerdos y convenios internacionales como las reservas de la biosfera, las zonas de especial protección del Mediterráneo, Ramsar y normas preconstitucionales como las leyes de montes y de caza.
Por ahora disponer de unos buenos espacios naturales protegidos y gestionar adecuadamente el medio natural es sinónimo de progreso y de calidad de vida y no significa perder oportunidades de desarrollo.
Miquel Rayó
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