03 noviembre 2010

Sobre la presunción de inocencia (política) y otras utopías.


Sobre la presunción de inocencia (política) y otras utopías.
Por: Victor García. Barcelona


Hace ya tiempo que la expresión presunción de inocencia no es más que una combinación de vocablos políticamente correcta; quizás el mismo tiempo que llevamos sometidos a las apreciaciones subjetivas del primer periodista sin escrúpulos que aparece en la caja tonta en horas de máxima audiencia o escribe en algún medio que prima la desinformación con criterios mercantilistas, o hipnotizados por esa nueva especie que conforma una legión de “famosillos” frikies de encefalograma plano que saltan a la palestra de la jet set simplemente por demostrar día a día la peor cara del ser humano.

En este contexto, algunos políticos profesionales no tan solo se apuntan al carro de la nula educación, la blasfemia, la difamación, el abuso y la corruptela, sino que fomentan que la situación se agrave paulatinamente (el borreguismo da mucho mas poder que los votos) a base de ir rebajando el nivel educativo y cultural del país ... de la unión de países ... del mundo occidental entero.

La democracia (otra palabreja en horas bajas) podría ser considerada como la menos mala de las soluciones, siempre y cuando la población participara de ella, las mayorías y las minorías gobernaran juntas a base de debate y consenso y, a veces, hasta votación ... pero ... la realidad de nuestra clase política se entesta en demostrarnos lo contrario. No es de extrañar, pues, que gran parte del electorado ante unos comicios electorales se plantee simplemente no participar.

¿En que posición queda entonces esa pretendida democracia? ¿Esa por la que miles de personas sufrieron represión, tortura o por la que incluso dieron la vida?

Simplemente, donde el poder (no los políticos, simples asalariados) quiere que esté, en manos de unos cuantos sectarios sin muchas luces, que acuden puntualmente a votar cuando y a quien se les manda y dan su conformidad para que unos pocos sigan representando una farsa cuyo único objetivo es distraer la atención de la población con montajes al mas puro estilo del show de Trumann; sin ni siquiera darnos cuenta, la mayoría caemos en las redes de rencillas absurdas que se pierden en los orígenes históricos o legendarios de tal o cual región, o envueltos en cortinas de humo mal llamadas crisis financieras, económicas ... ¡esto es Hollywood, señoras y señores! ¡Pasen y vean (pero no miren)!

Hace ya tiempo que la expresión presunción de inocencia no es más que una combinación de vocablos políticamente correcta ... ¿políticamente?

A algunos nos gustaría poder gozar de ella; poder ser merecedores de ese margen de confianza que necesitaría cualquiera que mirara además de ver, que quisiera realmente hablar claro, actuar éticamente y con coherencia. A muchos de los que estamos empezando a hacer algo (sin ánimo de lucro) nos encantaría ver como, llegada la hora, las palabras recobraran su significado y la población revalorizara la democracia y en virtud de su conciencia aplicara esa presunción de inocencia (política) y acudiera en masa a votar con el corazón, pero también racionalmente, sabiendo lo que la humanidad se está jugando en estos días...
...me parece que hemos llegado al final del título: y otras utopías.

THEN END
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