A la roja se le atraganta el capitalismo

A la roja se le atraganta el capitalismo

“Aquí no hay crisis económica” decía el socialista (¿) José Luis R. Zapatero y ahora debe doblegarse en hacer unas reformas del sistema laboral y unos recortes de salarios, pensiones y exigencias para el despido impuestas por el capitalismo europeo, americano y mundial, especialmente financiero.

“El poder de la roja”, “La furia Roja”, “España, favorita para ganar, esta vez sí, el mundial” se ha dicho hasta la saciedad al referirse a la selección española de fútbol. Y ha bastado el primer partido de este mundial de Sudáfrica, el de los elefantes, para que poder, furia y expectativa se diluyera en un vaso de agua de una pequeña selección de un pequeño país insolidario europeo, reconocido paraíso fiscal para los evasores de capitales. Y es que a la selección de fútbol española de Vicente del Bosque se le atraganta el capitalismo: después de conseguir brillantemente la copa europea de selecciones, hace dos años, con el nuevo seleccionador ha ganado todos los partidos que ha jugado excepto contra EEUU, símbolo del imperialismo capitalista estrangulador de Vietnam, Irak, Cuba, Afganistán y Palestina (por su amistad preferencial y apoyo incondicional, y hasta ilegal, a Israel) y contra Suiza, ayer por 1 a 0, símbolo del paraíso fiscal capitalista europeo.

Cierto que el campeonato no ha hecho más que empezar, cierto que España, aún se puede clasificar segunda o, incluso, primera del grupo (ganando los otros dos partidos que le quedan y Suiza perdiendo al menos uno de ellos), con lo que, en la próxima eliminatoria, deberíamos cruzarnos bien con la muchas veces campeona Brasil o con la de Cristiano Ronaldo Portugal. Es cierto que, como dicen muchos, incluso, podría ser campeona del mundo (“matemáticamente” aún es posible), aunque “estadísticamente” lo más probable es que, de los dos partidos que le quedan de la fase de grupos, gane uno y empate otro, con lo que quede tercera de grupo y no se clasifique o, con suerte, segunda y sea eliminada por Brasil o Portugal, aunque nuestra selección es más capaz de ganar a países emergentes de “Otro Mundo es posible” como el Brasil de Porto Alegre y de Lula de Silva u otros países que sufren las consecuencias del capitalismo depredador como Portugal, Chile u Honduras que los países que representan este capitalismo depredador como EEUU o Suiza, aunque, futbolísticamente hablando y jugando, sean muy inferiores a los anteriores.

Quisiera que, como casi siempre, mis pronósticos pesimistas no se cumplieran, y que España ganase el mundial y que el capitalismo devorador no acabase con nosotros.
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