10 junio 2012

España, moribunda de corrupción

 

El 8 de diciembre de 2002, siendo presidente en su segunda legislatura, Aznar, hace  ya casi 10 años, Javier Marias nos alertaba con un artículo en el que nos decía que “España era una sociedad enferma  de inmoralidad”: 


Pues bien, en este tiempo, con la salvedad de las dos legislaturas de J. L. Rodríguez Zapatero, la enfermedad (inmoralidad) se ha ido definiendo: corrupción, y se ha ido extendiendo en prácticamente todo su tejido económico-financiero y político y éste repercute el daño en todo el tejido social de la población.

Nunca se había visto tanta corrupción, tanta desfachatez, imposición autoritaria de medidas “agresivas” y negación de estos sus desmanes, conducta típicamente fascista. Resulta curioso  que JR Bauzá, presidente del Govern de la autonomía balear, siendo un de los más avanzados en este comportamiento, tanto que la propia Mª Dolores de Cospedal dice que él es un ejemplo de comportamiento que sigue todo el PP de toda España, presente una querella judicial contra alguien que le ha llamado fascista. Es como si Vd. llamara “estudiante” a un estudiante y éste le denunciara a Vd. en los juzgados por este hecho. Nueva muestra de desfachatez fascista.

El fascismo político español al servicio del imperialismo capitalista global y de su propia corrupción (enriquecimiento personal a expensas de los dineros y recursos públicos mediante la gestión política, corrupta por supuesto) utiliza la infraestructura democrática mientras ésta le resulta útil y no duda en utilizar los sistemas políticos fascistas (autoritarismo antidemocrático y antisocial) cuando no, como ocurrió en la guerra civil española ejecutada por la derecha política, económica y religiosa contra el pueblo español y los gobiernos legales, cuando, en 1936, perdió las elecciones generales. Igualmente, en febrero de 1981, en legislatura incluso de derecha, aunque más centrada y menos antisocial que la del PP, de Adolfo Suarez, intentó un golpe de Estado para poder dirigir la gestión económica del país. Igualmente, muy posiblemente, si la situación gravísima de crisis económica del mundo occidental actual, agravada en España por las políticas económicas restrictivas, contractivas y, en algunos casos, corruptas de los gobiernos central y autonómicos del PP y otros grupos absolutistas, fuesen gestionadas por gobiernos sociales o de izquierdas, es posible que el fascismo español se hubiera apoderado del poder de forma autoritaria y agresiva. Hoy mismo un Sr. Dice en el Mundo que si la Guerra Civil (incívica), la mayor vergüenza de España ante el mundo y la historia, que nunca debió ocurrir, la hubiera ganado  la República (el Gobierno legalmente establecido) hubiese habido una segunda guerra civil. No nos cabe la menor duda. Y si ésta segunda la hubiese ganado la República hubiese habido una tercera y así sucesivamente hasta el triunfo de la barbarie fascista. Si el fascismo español hasta declara la guerra al pueblo español incluso ostentando el poder desde el propio poder, como ocurre ahora mismo con las medidas contra la educación, sanidad, servicios sociales, funcionarios, pensionistas, jóvenes, rescatando la banca privada, muchas veces gestionada y al servicio del propio PP (paradigma de los comportamientos autoritarios y de la corrupción) con dineros públicos internos y con deuda pública externa, que generan nueva deuda, por intereses, prohibitiva,...

Por esto, cuando actúa en infraestructuras democráticas, tiene gobiernos aparentemente democráticos, pero que, en realidad, no lo son: Los poderes legislativo y ejecutivo están íntimamente ligados, porque el ejecutivo emana del legislativo y éste, mediante la disciplina de voto, actúa a las órdenes de aquel. Igualmente el ejecutivo-legislativo nombra al Fiscal General del Estado (y éste a los fiscales de la Fiscalía General y de las Fiscalías Autonómicas) , así como a los miembros del Consejo General del Poder Judicial y del Tribunal Supremo y Constitucional, con lo que el Poder Judicial queda prácticamente alineado con el Ejecutivo-Legislativo y, de esta manera, se pierde la garantía judicial que debería defender la Justicia y al pueblo de los posibles abusos y corrupción de los otros poderes. La Justicia, muchas veces se convierte en Injusticia y la Fiscalía cuya función es la de defensa del pueblo se convierte en defensa de los verdugos y agresores del pueblo.  Y si además de los tres poderes, “no os preocupéis, todo está atado y bien atado” decía el dictador a sus seguidores poco antes de morir, contemplamos el cuarto poder, quizás más influyente que los otros tres, por lo menos a efectos de que se vote una u otra opción política, el poder de la “Comunicación” también este poder queda ligado al ejecutivo autoritario: Precisamente JL Rodríguez Zapatero y su Gobierno nos dejaron una TV pública profesional e independiente del poder político y económico que ha resultado la de mayor audiencia de todas las españolas y galardonada entre otras televisiones del resto del mundo. No obstante ahora, con el nuevo gobierno del PP, tanto al Director, como a la mayoría del Consejo de TVE los podrá elegir, en una segunda vuelta, la mayoría absoluta del PP. En Illes Balears la desfachatez del Govern del PP llegó al extremo de poner como Director a un Conseller (ministro) del propio Govern y a “todos” los miembros del Consejo de la TV IB3 y las imposiciones a los profesionales no se hicieron esperar: 


con lo que la TV IB3 se ha convertido, por mérito del nuevo poder ejecutivo y su imposición sectaria, en mero órgano de propaganda del Govern, administraciones y del propio PP, con muy baja objetividad, imparcialidad y calidad. Y éste es el peligro también de la TVE (ya he señalado que Cospedal dice que Bauzá es un ejemplo que sigue todo el PP de toda España).

Pero volviendo al contagio del Poder Judicial de la Corrupción generalizada en el poder legislativo-ejecutivo popular no salimos del asombro, primero de la negación de la más que evidente malversación de caudales públicos del Presidente del Consejo Superior del Poder judicial y del Tribunal Supremo y segundo, y muy especialmente, de la negación de la nueva fiscalía general del PP de Rajoy a que se admita a tramite la investigación solicitada por la asociación Preeminencia del Derecho sobre esta más que evidente malversación con dos argumentos tan peregrinos e irracionales como: 1 que es difícil distinguir que actos realizados por este señor son públicos y qué actos son privados (hasta un niño o una niña de 7 años los distinguiría fácilmente) y 2 que “este señor es ‘autoridad’ y no funcionario, por lo que no puede cometer actos delictivos”. Señor Fiscal que estamos en España en el siglo XXI y no en un colegio real victoriano del siglo XIX en donde otro niño recibía los azotes destinados al príncipe, porque al principe no se le podía castigar... Lo dicho, el fiscal, que debe defender al pueblo, defiende a quienes atacan y agreden, económica y moralmente, al pueblo. La autoridad no sólo debe cumplir los códigos de justicia, sino, incluso, con más ahínco que el resto de ciudadanos. Y si no los cumplen deben pagar exactamente igual que los demás. No quiera convertirse, sr. Fiscal, en una jurisprudencia para disculpar a todos los que han sido autoridades y han cometido corrupción, que son legión. Y que deben pagar igual que hacen todo el resto de los mortales que cometen delitos.


España ya no está enferma, está moribunda, terminal, de corrupción, especulación y consecuente crisis económica. Y el mal está tan extendido que ya no hay curación posible, a pesar del rescate que se produce hoy mismo (por esto Rajoy se va al mundial de fútbol, por esto Rajoy les dijo a los jugadores de la selección que confiaba en ellos para dar muchas alegrías a la decaída población y, aunque no lo explicitó, salvarle a el mismo), pero este rescate es una medicina para la enfermedad, pero no en defensa de las células sanas que aún le quedan al enfermo y contra las enfermas, sino todo lo contrario: en defensa de la células enfermas: deberemos devolver, los paganos de siempre, no los corruptos, la cantidad prestada y mucho más en concepto de intereses, 100.000 millones en capital y dos o tres veces esta cantidad en intereses, lo cual supone tener que pagar, cada uno de nosotros, entre 5.000 y 10.000 euros. ¿Y cómo los pagaremos? En empobrecimiento económico (paro, reducción de salarios, en incremento de impuestos) y reducción de bienestar e incluso vidas (disminución de prestaciones sanitarias, educativas y sociales).

La única solución es la re-valoración de los bienes hipotecados a su valor real actual de mercado, pagar por su valor verdadero y no por el valor especulativo y que particulares, bancos, Administraciones,... devuelvan sus deudas reales, internas y externas, no especulativas, con la modificación, en positivo o negativo, correspondiente al IPC, pero ni un céntimo en concepto de intereses (por este concepto cualquier deuda a un banco o a un mercado, en pocos años, se puede multiplicar por cuatro).

Pero como esto no se va a producir porque ni bancos ni mercados lo van a permitir, la única solución es la de la Revolución Francesa. Lo malo es que el fabricante, custodio y vendedor de guillotinas, mucho más sofisticadas en forma de bombas de racimo, proyectiles, aviones de combate y tanques, es el propio ministro del Gobierno del PP de las fuerzas armadas españolas, con lo cual, se repetiría el hecho, finalmente serían ellos quienes nos guillotinarían a nosotros una vez más.

Palma, 9 de junio de 2012

Antoni Ramis Caldentey
Psicólogo humanista social

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