04 abril 2011

Algunas ideas sobre la amistad, la tolerancia y el compromiso con los valores solidarios (I)


Algunas ideas sobre la amistad, la tolerancia y el compromiso con los valores solidarios (I)

Seguramente durante toda la vida ha habido personas que han defendido los valores humanos y solidarios como la tolerancia y la paz y han estado en contra de los valores egocéntricos como la riqueza y el poder. Pero desgraciadamente este ha sido un fenómeno minoritario. Por la historia sabemos que la sociedad en todas las épocas siempre ha permitido que los más fuertes fueran más ricos y poderosos y sometieran a los más débiles. En pocas palabras, por todas partes siempre ha funcionado la ley del más fuerte o se ha hecho realidad el refrán que afirma que el pez grande se come al pequeño. Hasta estos momentos, nunca ni en ninguna parte, ha habido ningún pueblo o nación que haya puesto los valores solidarios por delante de los egocéntricos.

Esta realidad nos provoca un terrible dilema:

- Podemos participar del juego imperante aprovechando aquello que sea provechoso o beneficioso para nosotros, porque eso es lo que hacen los que tienen éxito.
- Debemos aceptar que esta es una realidad inmutable y en consecuencia podemos seguir haciendo lo que siempre hemos hecho sin inmutarse nos porque sin embargo no depende de nosotros que el mundo mejore.
- Debemos tener conciencia de esta situación pero tenemos que manifestar nuestro rechazo y desaprobación mediante acciones de protesta individual o colectiva y al mismo tiempo debemos tranquilizar nuestra conciencia dando muestras de adhesión a causas solidarias.
- Tenemos que trabajar, aunque sea aislada y silenciosamente, y con la posibilidad real de no ver ningún cambio durante nuestra vida, por un mundo mejor que consiga la libertad y el bienestar de sus miembros sin que ello vaya en detrimento de los otros.

Este dilema que la mayoría de personas se plantean -menos si se trata de inconscientes-, a menudo no se sabe cómo resolverlo.

A veces va por delante o domina la primera opción y un apunta al éxito ya la beneficio fácil. Seguramente esta opción es muy mayoritaria y cuando se tiene, lo es de forma bastante permanente.
También, menos veces, muchos piensan que la respuesta buena es la segunda opción del dilema y, cuando pasa así, se apuntan a no hacer nada. Pero su pensamiento no es tan estable como en el primer caso y la duda a veces los oprime el corazón y por eso de vez en cuando se apuntan a una acción solidaria que les haga recobrar el equilibrio emocional.
La tercera opción tampoco es minoritaria y presenta algunas ventajas sobre el anterior. Las personas que forman este grupo manifiestan siempre su opinión contraria al estado de cosas actual y se van adhiriendo a las campañas de sensibilización más cercana a su sensibilidad herida. Transitoriamente ofrecen su colaboración en determinadas ocasiones puntuales a una manifestación oa un grupo minoritario que defiende los derechos humanos o los valores solidarios.
La última opción es la más minoritaria porque es la más comprometida. Incluso a menudo representa un cambio radical de vida de quienes la siguen. Pocas veces esta opción se consolida, pero cuando es así, estas personas se convierten en activistas solidarios.

Pere Carrió
.

No hay comentarios :

Publicar un comentario