09 mayo 2005

La caída del Nazismo y fin de la Guerra

FINAL DE LA II GUERRA MUNDIAL I SE CUMPLEN 60 AÑOS DEL DESPLOME DEL III REICH CREADO POR ADOLF HITLER
Las capitulaciones de Alemania
Cada país celebra el fin del conflicto de acuerdo a la rendición que considera más significativa
CHRIS MELZER. HAMBURGO.
Diario de Mallorca 8 de mayo de 2005

Prácticamente en todas las metrópolis del planeta se festejó el fin de la Segunda Guerra Mundial, en mayo de 1945, de modo similar. Desconocidos se abrazaban, se besaban y celebraron durante varios días y noches. Pero las fechas de los festejos son disímiles, como lo fueron las capitulaciones del III Reich.
La primera gran capitulación de las fuerzas nazis se produjo el 4 de mayo de 1945. El mariscal británico Bernard Montgomery recibió en sus manos, ya en territorio alemán, la capitulación parcial del almirante general Hans-Georg von Friedeburg, quien buscaba facilitar la huida de la mayor cantidad de soldados y civiles alemanes hacia occidente, para escapar a las tropas soviéticas.
Se llegó al absurdo de que un jefe militar rogase directamente a sus enemigos que lo tomaran prisionero, para eludir la prisión en manos de los otros enemigos. Monty le hizo caso, pero describió luego con sorna cómo hizo esperar largo tiempo a los alemanes y los humilló hasta el punto de que los altos oficiales del Ejército nazi ni siquiera contaban con una silla para sentarse durante sus primeros tiempos de prisión británica.
La capitulación frente a Montgomery incluía a todos los soldados alemanes que combatían en el norte y el oeste, pero no al conjunto de la Wehrmacht.
La rendición de la totalidad de las fuerzas alemanas fue recibida tres días más tarde por Dwight D. Eisenhower en Reims. Nuevamente era von Friedeburg quien buscaba una capitulación parcial con los comandantes aliados. Su oferta: los alemanes seguirían ofreciendo resistencia a los soviéticos en el frente oriental, si las potencias occidentales estaban dispuestas a una paz moderada.
Pero Eisenhower rechazó la oferta. Por un lado no quería traicionar los acuerdos con sus aliados soviéticos y por el otro era difícil de imaginar que una paz por separado fuese políticamente viable. Los norteamericanos confiaban aún en Uncle Joe (Tío Joe) Stalin.
También cuando el almirante Karl Doenitz, canciller del Reich tras el suicidio de Hitler, envió a negociar al general mayor Alfred Jodl, se mantuvo firme la posición estadounidense. Eisenhower rechazó con un tajante "!Esto es todo!" las propuestas de Jodl. El general alemán saludó en silencio y se sometió.
A las 2:41 de la madrugada del lunes 7 de mayo de 1945 suscribió Jodl el que tal vez sea el documento más importante de la Segunda Guerra Mundial. Tras cinco años y nueve meses, 50 millones de muertos y una guerra de dimensiones jamás imaginadas hasta entonces, terminaba la mayor masacre de la historia universal.
De esta manera habría finalizado la Segunda Guerra Mundial en su escenario europeo. Pero Stalin estaba fuera de sí por haber tenido lugar el fin "oficial" del conflicto bajo la égida de los estadounidenses. Entre otras cosas por las enormes pérdidas sufridas por la Unión Soviética, demandó una nueva capitulación definitiva, aunque no fuera más que una puesta en escena. Y ésta debería tener lugar donde había comenzado todo: en Berlín.
El comandante alemán de la plaza de Berlín, Helmuth Weidling, ya había capitulado el 2 de mayo. Los rusos habían instalado entonces su cuartel general en la Escuela de Zapadores de la Wehrmacht en la capital alemana. La capitulación debía firmarse en el casino de oficiales de la Escuela, Stalin había planeado hasta los mínimos detalles.
Por los aliados occidentales firmaron el acta de la rendición alemana el general estadounidense Carl Spaatz, el mariscal del aire británico William Tedder y el general francés Jean de Lattre de Tassigny. Pero no eran más que comparsas. Los verdaderos protagonistas se llamaban Wilhelm Keitel y Gueorgui Shukov.
El primero, mariscal de campo alemán, trataba de mantener una actitud digna, pero su antagonista, el mariscal soviético, no lo permitió. Con palabras tajantes le ordenó a Keitel firmar el acta. El jefe militar alemán obedeció tieso, tomó su bastón de mariscal y se marchó. La comida servida a continuación sólo incluyó a los oficiales alemanes en un edificio aledaño.
Keitel había aceptado la rendición ante los aliados de "todas las fuerzas actualmente bajo mando alemán".
Muchas unidades siguieron sin embargo combatiendo, no tanto por fanatismo nazi, sino con la esperanza de poder abrirse camino a occidente. Pero a mediados de mayo callaron las armas. La guerra había terminado en Europa.
La primera gran capitulación de fuerzas alemanas fue el 4 de mayo, la primera capitulación general tuvo lugar en Reims el día 7. El cese de hostilidades había sido dispuesto para el 8 de mayo a las 23:01 horas. Pero Keitel suscribió el acta de rendición definitiva el miércoles 9 de mayo a las 0:16 horas. En el Kremlin incluso ya eran las 2:16 de la madrugada.
Así es que muchos estadounidenses celebran el 7 de mayo como fin de la Segunda Guerra Mundial, en tanto que en Alemania se conmemora el 8 y en Rusia el día 9.
En verdad no es correcta ninguna de estas fechas: la conflagración mundial siguió cobrándose la vida de decenas de miles de personas durante cuatro meses más, hasta la rendición japonesa del 2 de septiembre de 1945


_____________________________
Arc Mediterrani:
http://www.arc46.com
Arco Atlلntico:
http://mallorcaweb.net/arc98

2 comentarios :

  1. Anónimo2:59 a. m.

    HISTORIA...HISTORIA...HISTORIA!!!

    ResponderEliminar
  2. Anónimo4:20 p. m.

    esta bn pero falta un poco de informacion

    ResponderEliminar