18 enero 2014

Defendamos la verdad, la información



Defendamos la verdad, la información

Ahora estamos en un mundo (quienes estamos en el mundo occidental del capitalismo salvaje) alucinante, esperpéntico, cuya definición unitaria característica es la injusticia, injusticia que se justifica con la falsedad (mentira).

Nos dicen que nuestros sistemas políticos son democracias (democracia: el poder lo regenta el pueblo, directamente y, en nuestro caso, por representación), que nuestros Parlamentos y Gobiernos legislan y administran con el único objetivo del mejor bien para el pueblo.

En realidad todas las Administraciones, todos los poderes, exceptuando raras excepciones personales que les honran, legislan, ejecutan y juzgan en beneficio de las personas pertenecientes a las oligarquías económicas y políticas, y muy especialmente, las más corruptas y estafadoras; y en perjuicio del pueblo.

Por lo que se refiere a nuestro ámbito más inmediato y mediato, Illes Balears i Estado español respectivamente, el Ppartido, las personas más ultras de la misma ideología, la Iglesia (española; el Papa Francisco predica todo lo contrario) y los militares de corazoncito autoritario (nostálgicos de dictaduras y golpes que aún no han condenado el franquismo nacional-sindicalista) constituyen un club de amigos influyentes o secta selecta. Mienten en los medios para mantener el poder, en su beneficio, cuando lo ostentan y mienten y conspiran para recuperarlo en las pocas ocasiones en que no lo tienen y, si se tercia, en algunos casos, lo recuperan mediante un golpe de Estado o una guerra civil indecentes y criminales que justifican con nuevas falsedades. Con claro desprecio al pueblo, a todas las personas que no piensan como ellos y, como he dicho antes, a la más elemental verdad y justicia. Defienden con vehemencia las corrupciones de los suyos aunque hayan perjudicado gravemente la economía general y particular de la población y no sienten, impasible el ademán, las muertes y los males ajenos, incluso los provocados por miembros de su mismo club.

Por lo que se refiere al mundo, como ha ocurrido siempre en el pasado, el imperio más poderoso impone sus condiciones sociales, económicas y culturales por inferior que sea (el Mc Donals por encima de la Museo Internacional de Antigüedades: Bagdad Mesopotamia, Persia, Hammurabi: http://www.wsws.org/es/articles/2003/apr2003/spn2-a26.shtml), a unos por afinidad y a los otros por la fuerza de las armas (si necesario hasta atómicas, de racimo o químicas. Luego nos mienten de nuevo diciendo  que son los rivales quienes más las usan). Los gobernantes de los países satélites prefieren contentar antes al amo imperial (admirado y envidiado: ”España es una unidad de destino en lo universal. Por el imperio hacia Dios: Viva Franco”) que a su propio pueblo y no dudan en sacrificarlo como los sacrificios que antiguamente se ofrecían a los dioses.

Edward Snowden ha presentado documentos que prueban la increíble vigilancia ilegal a dirigentes y ciudadanos de otros países a la que Estados Unidos nos tiene sometidos. En un mundo coherente y justo todos le estaríamos enormemente agradecidos y condenaríamos firmemente a Estados Unidos (Nixon tuvo que dimitir como presidente por un mucho menor espionaje… al partido rival de su propio país). No obstante en este”mundo al revés” (en el que los corruptos delincuentes son exonerados y muchos inocentes culpabilizados y muchos pueblos, y naturaleza y recursos, expoliados) somos capaces de entregar a nuestro benefactor informador a sus verdugos delincuentes y estos le pueden, injustamente, ingresar en prisión en régimen de aislamiento, y condenarlo a cadena perpetua: Por decir la verdad y destapar el fraude delictivo, uno más, de los Estados Unidos que nunca se somete a ninguna justicia internacional e incumple permanentemente las resoluciones de Naciones Unidas que no le gustan.

Parece ser que la presidenta de Brasil Dilma Rousseff es la única dirigente occidental que está indignada con el programa de espionaje norteamericano (que diferencia con respecto al presidente del Gobierno español que parece que no tiene nada que reprochar a EEUU y mucho que agradecerle por el mismo hecho). Es posible que Brasil sea la única puerta abierta para brindarle asilo a Snowden. Hagamos, tú y yo, nosotros, que esta posibilidad sea una realidad:


Antoni Ramis Caldentey
Psicólogo humanista social
Presidente de la AHC


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