17 septiembre 2024

Guerra civil en Mallorca, según Josep Pons. 1 Josep Pons

Guerra civil en Mallorca, según vivencias de Josep Pons
1 Josep Pons Bestard

Josep Pons Bestard nació el 12-04-1913. Y murió, a sus 94 años, el 29-05-2007.


Josep Pons Bestard

Josep Pons Bestard es uno de los pocos republicanos mallorquines conocidos que salvó la vida. Y, posteriormente, contó su experiencia de la guerra (más que guerra fue una matanza, no exenta de torturas y sadismo, urdida y efectuada por las fuerzas revueltas -Parte del ejercido, falange, clero y los grandes caciques de derechas-) fratricida española en Mallorca en tres libros: "Memoria de Mallorca, 1936" editado en 1990; "Cómo viví la represión franquista en Mallorca (1939-1975)" editado en 2000; y "Memoria de la Guerra Civil en Mallorca (1936-1939)" editado en 2002. Este último libro viene a ser una reedición del primero, aunque ampliada y con muchos más datos y nombres que en el primero.

A raíz de la publicación de los libros fue entrevistado por historiadores como David Ginard (que también hizo, en el primer libro, el prólogo y un trabajo introductorio titulado: "La Logia masónica 'Pitagores 20' y la guerra civil en Mallorca") o Toni Limongi, y por periodistas como C. Moreno. En esas entrevistas contó otras vivencias suyas que no salían en los libros. Así, por ejemplo, contaba a Toni Limongi su visión de la II República:

Recordaba un hecho que le marcó para siempre: el advenimiento de la República: "En el Ayuntamiento había unas 600 personas. Ahora puede parecer que son pocas, pero en aquella época eran multitud. Palma tenía muchos menos habitantes. Fue un día muy tranquilo Creo que fue el periodista Miquel Àngel Colomar (después ayudante del alcalde Emili Darder) quien puso la bandera tricolor y mayoritariamente Las clases acaudaladas. primer día estuvieron conspirando, en secreto, contra el nuevo régimen político". Bestard fue uno de los impulsores de la FUE (Fundación Universitaria Española) en Mallorca. Era una organización vertebrada desde Madrid por el mallorquín Josep Maria Sbert. Básicamente estaba integrada por estudiantes. En esa época el mundo de la enseñanza era, en gran parte, ideales republicanos. Pons afirmaba seguro: "El 90% de los catedráticos mallorquines eran republicanos. Valgan, por ejemplo, López-Palop (matemáticas), Vicente Tejada (ciencias contables) o el gran Gabriel Alomar (literatura). Hay que decir que fueron gente demasiado idealista, y pagaron caro su poco pragmatismo político. De eso se aprovechó la derecha".

Conjunción republicano-socialista. Derechos, de izquierda a derecha: Jaime Bauzá, Jaime Rabassa, Alejandro Jaime, Ignasi Ferretjans, José Porta, Jaime Montserrat Parets, Jaime García, Vicente Roig y Vicente Tejada. Sentados, de izquierda a derecha: Josep Tomàs Rentería, Francisco Julia Perelló, Gabriel Alomar, Llorenç Bisbal y una persona sin identificar. Foto: Domingo Duran

Pero vayamos a la llamada guerra civil en Mallorca y la singularidad de las memorias de las vivencias de Josep Pons Bestard. David Ginard nos dice, en el prólogo del primer libro de Josep Pons:
Desgraciadamente, son muy contados los izquierdistas mallorquines que han dejado por escrito sus recuerdos e impresiones sobre la represión que sufrieron durante los años de la guerra civil (1936-39) por parte de las fuerzas levantadas contra la legitimidad republicana. Los cuarenta años de dictadura fueron ciertamente una etapa poco propicia para escribir, y menos para publicar, testigos sobre la guerra desde el punto de vista de los vencidos. Una vez muerto el dictador, la mayoría de las personas que nos podían aportar información interesante sobre este período han ido desapareciendo o se han ido haciendo demasiado mayores para sintetizar por escrito sus recuerdos a unas memorias.

El trabajo de Josep Pons tiene, en este sentido, un interés especial por cuanto constituye una de las memorias más extensas dedicadas exclusivamente a la guerra civil en Mallorca de las que tenemos noticia y presenta la particularidad de que fueron escritas en una primera versión- que después ha ido rehaciendo "unos veinte años después de terminada la guerra a partir de notas taquigráficas que tomé en prisión'', según él mismo ha explicado. Como ocurre con tantas otras memorias -recordemos en este sentido las ya clásicas del psiquiatra Bartomeu Maestro-, el texto de Josep Pons constituye un testimonio sin dudas interesante para conocer aspectos hasta hace poco casi inéditos de la guerra en nuestra isla como, entre otros, la vida en los campos de concentración mallorquines. experiencias vitales de un personaje que puede representar muy bien un tipo de republicano liberal de clase media o media-acomodada de los años de la República, tan alejado en el fondo del socialismo como del fascismo y que tuvo que sufrir -como tantos otros - la persecución llevada a cabo en Mallorca por el bando rebelde contra todos aquellos considerados enemigos suyos ("todos aquellos significados en cargos de la República y todos aquellos que no piensan como nosotros").

Josep Pons Bestard, tal y como hemos dicho, nació en Palma en 1913. De familia burguesa de tradición republicana- era nieto de Jaume Bestard Payeres, "que estuvo exiliado tres veces de España por republicano'' y sobrino del socialista Jaume Bestard Tomàs, fusilado en 1936, -explica que desde pequeño conoció a hombres destacados del republicanismo moderado, como Francesc Villalonga, Antoni Pou y Francesc Julià. A pesar de su juventud, tuvo ya una cierta actuación política durante los años anteriores a la República, participando en la Federación Universitaria Escolar (FUE) -que presidiría a nivel estatal otro mallorquín, Antoni M. Sbert y Massanet- y en la revista "Ciutadania". Durante la República -según datos procedentes del Tribunal de Responsabilidades Políticas de Palma- militó en Unió Republicana, y ejerció sucesivamente la secretaría y la presidencia de las juventudes de este partido. , y ocupó los grados 1º (aprendiz) y 2º (compañero).

Sin duda, su testimonio adquiere un interés extraordinario, por ser el de uno de los escasísimos supervivientes de la masonería mallorquina anterior a la guerra que todavía restan.

En su relato -escrito en forma novelada- Pons analiza en primer lugar los meses anteriores a su encarcelamiento, durante los cuales -como muchas otras personas en principio simpatizantes del bando gubernamental- se vio obligado a ingresar en el ejército "nacional ".


Josep Pons Bestard realizando el servicio militar con las tropas sublevadas

En septiembre -después de dejar escapar una oportunidad de ser evacuado de la isla junto con su correligionario Joan Klein Serraller- es destinado a Radio Mallorca, donde sirve bajo las órdenes del capitán Josep Isasi y el 19 de marzo de 1937 es detenido. El relato de sus peripecias por algunas de las cárceles y campos de concentración mallorquines constituye el núcleo de las memorias de Josep Pons y su principal aportación. Nuestro protagonista es ingresado sucesivamente en la prisión militar de Illetes

Fortí de Illetes, utilizado, durante la guerra civil, por los sublevados, como prisión militar; y fusilamiento (real) de un preso en Illetes. Foto de Bartomeu Garí Salleras

-donde se ve fuertemente impresionado por las ejecuciones colectivas que tienen lugar muchas noches en los fosos del fuerte- y en las "Unidades de Trabajadores" del Puerto de Sóller y Cap Gros (Alcudia), campos de concentración de tipo militar donde los soldados- presos se ven obligados a trabajar en la construcción de carreteras. Pons nos aporta un sinfín de datos que a partir de ahora serán imprescindibles para conocer la pequeña historia de estos centros durante la guerra.
Trabajadores forzados en Mallorca (no indica lugar concreto); Cap Gros (Alcudia)

Por otra parte, son interesantes las páginas finales del libro, dedicadas a su estancia en el Hospital Militar -uno de los primeros testigos de los que disponemos sobre los hospitales mallorquines durante la guerra- hasta su puesta en libertad, después de una poco agradable entrevista con el Delegado de Orden Público Victor Enseñat Martínez.

Refugio antiaéreo del hospital militar de Palma

Hay que decir que, a pesar de tratarse de unas memorias basadas en sus vivencias personales, el conjunto del trabajo está lleno de referencias que nos ayudan a seguir la pista de un buen puñado de personajes de mayor o menor importancia dentro de la nuestra historia. Y que, con toda seguridad, serán útiles a los investigadores en el futuro.
Y, en lo referente a la Logia masónica "Pitágoras 20 y la guerra civil en Mallorca", el dr. David Ginard nos dice:

"Es corriente decir que los masones mallorquines fueron unos de los principales objetos de la terrible represión desatada en nuestra isla por los sectores sublevados el 19 de julio de 1936 contra la República. En este sentido, son bien conocidas las declaraciones que el director del Instituto Oceanográfico Español Odón de Buen -detenido en Palma en difíciles condiciones desde principios de agosto- hizo en Valencia, una vez puesto en libertad, el 9 de agosto de 1937. De Buen, que estuvo encerrado en prisión provincial en la misma celda que un masón aprendiz -'el oculista de más fama de la isla', el pueblo Jaume Comas-, explica que entre los más de tres mil asesinatos en Mallorca 'figuraban todos los masones que había en la isla'".

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