12 julio 2012

Locura o maldad de Rajoy y sus diputados



Cuando la fórmula “Ingresos – gastos” da un resultado negativo tenemos un problema económico que precisa una pronta solución.

El resultado se puede corregir bien incrementando los ingresos o bien reduciendo los gastos. La experiencia social nos aclara que la primera forma facilita el crecimiento económico de las sociedades, mientras que la segunda produce un menor desfase entre gastos e ingresos, pero también un decrecimiento económico.

Podemos aceptar el decrecimiento por necesidad imperiosa de reducir gastos sin saber (incompetencia) como incrementar ingresos siempre que estos gastos que se reducen sean gastos superfluos, pero si los gastos que se reducen son las máquinas y motores de producción de los ingresos hacemos un mal negocio: reducimos los gastos, pero ocasionamos una reducción mucho mayor de ingresos.

Y ésta ha sido la solución planteada hoy por Rajoy en el Parlamento: unas medidas (incremento del IVA reducido, supresión de la paga extraordinaria  de diciembre de los funcionarios, supresión de la prolongación de subsidio a los parados de larga duración,...) que reducen el gasto, pero en una medida muchísimo mayor los ingresos. ¿Tonto de capirote o malo de solemnidad?

Y lo malo ha sido ver a los diputados del PP aplaudir el anuncio de estas medidas que hacen tanto daño a tantos ciudadanos e, indirectamente, a todos. Si realmente se vieran forzados a tomarlas, pero reconocieran el daño que causan deberían haberlas escuchado en silencio y con cara compungida, pero aplaudirlas es propio de tontos de capirote, o de malos miserables, o de ambas cosas a la vez.